Empezaba a creer que eso era el principio de algo grande. Tenía todo el tiempo para ti, tu reloj de arena era; sólo tenías que darme la vuelta. No me volverá a pasar porque no voy a ser la que llore y te espere sentada en el sofá. No voy a ser esa pieza del juego que nunca ganará. No quiero más noches en vela pensando en lo que pudo ser y no fue. No cuentes conmigo. Que soy yo, nadie más, la que dice que puede aguantar, que puede seguir, la que elige mis pasos. Que aunque fue una guerra quererte resulté ser buena soldado; me salvé. Del dolor aprendí que hay una vida después de esto. Me volveré a levantar recordando lo que siempre me decía: lo puedo hacer! Cada piedra en el camino yo la saltaré. Nada me detendrá.
"Que nada es para siempre, y menos ahora. Debemos saber buscarle la cara bonita a la vida. Siempre hay algo por lo que soltar una carcajada, un motivo por el que no desesperar ni tirar la toalla. No lo olvides. Las cosas acaban, a veces muy a nuestro pesar; es lo que hay.
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Y cuando hablamos de sentimientos las cosas se complican, pero tienes que ser fuerte. Que aunque siempre digas que no lo eres, no es cierto. Fuerte no es quien no llora si no, quien es capaz de sonreír cuando sólo desea llorar. Y eso, tú sabes hacerlo muy bien. Por eso, no dejes de mostrarnos tu sonrisa, que cada vez que ríes los demás nos llenamos de alegría. Y cuando sientas que lo único que te apetece es estar sola, quedarte en tu habitación y olvidarte del mundo, no lo hagas. Ponte delante del espejo. Eso bastará para darte cuenta de que es él quien ha dejado escapar a alguien que merece la pena, quien no ha sabido ser lo suficientemente inteligente para valorar lo que tenía. Es él quien ha salido perdiendo y no tú, tenlo claro. Pero ya está, déjalo a un lado. Vacía tu cajita de los recuerdos con fecha para dejarle sitio a las cosas y los momentos que de verdad valgan la pena. Esos que te hagan llorar al recordarlos, pero de felicidad.
Y, si necesitas deshahogarte, sólo tienes que empezar a hablar; yo estaré ahí para escucharte.
Quédate con lo bueno y esta vez eso supone pensar sólo en que esto te ha servido para demostrarte a ti misma muchas cosas. ¡Al carajo con lo malo!
Te Quiero, princesa."
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