jueves, 19 de octubre de 2017

# Una vez más.

Cuando en mi interior hay tormenta y me acerco a la ventana, resultando que en la calle también está lloviendo, miro dentro de mí hasta encontrar el valor, la fuerza y los motivos suficientes por los que coger un paraguas, ponerle un chubasquero al corazón y seguir caminando. Aunque se bajo la lluvia. Aunque ne mi mundo interno parezca haber una guerra sin fin, un caos apocalíptico. Aunque parezca tomar fuerza el sentimiento de que no escampará jamás, las ganas de seguir adelante acabaran atrayendo el sol, cubriendo todo de luz una vez más.


# Yo soy su delito.

Y si me preguntan por él diré que tiene esa sonrisa tan especial que provoca la mía. Diré que no es tan sólo la cara más bonita que haya acariciado jamás, es también la persona más maravillosa que haya besado jamás. Es el corazón más bueno que haya tenido la oportunidad de conocer jamás. Diré que es esa persona con la que quiero dormirme cada noche entre abrazos, tras conversar sobre qué tal nos fue el día. Es la persona con la que quiero despertar cada mañana, mirarle y pensar: qué bonita es la vida, amor.

En él yo me pierdo; y si algún día no me encuentras búscame donde yo me sienta yo, done me emborrache de felicidad más y más cada día. Por eso, búscale a él, que allí también estaré yo. Porque él es el refuerzo positivo de mi felicidad, mi descubrimiento más sorprendente, mi lugar favorito en el mundo.

Y si algún día él se va, dile que no se olvide de mí; de nuestras risas (en ocasiones generadas por sandeces), de nuestros viajes, de nuestras caricias, de nuestras reflexiones... que no se olvide de que no he vivido con nadie lo que hemos vivido juntos; que a pesar de haber querido antes a otros hombres, no he querido a nadie de la forma en la que nosotros lo hacemoos. Él es mi pecado. Yo soy su delito.


martes, 17 de octubre de 2017

# Para todos los ratos.

Te quiero.  Con los cinco sentidos y los ojos abiertos. Me gusta mirarte y que tu me devuelvas esa mirada furtiva que me enciende por dentro. Me gusta el sabor de tu piel antes de quedarnos dormidos y también al despertarnos acurrucados el uno en el otro. Me gusta el olor a ti que impregnas en mi almohada y que me invade cuando llega el lunes y toca dormir sin ti. Me gusta escuchar el sonido de tu voz al otro lado del teléfono cuando nos echamos de menos durante la semana. Me gusta que mis yemas de los dedos recorran tu cuerpo cuando hacemos el amor.

Te quiero. Del derecho y del revés, dejando rodar el corazón o subiéndolo a cuestas cuando haya pendientes.

Te quiero, no para un rato si no para todos los ratos.


martes, 10 de octubre de 2017

# Me vas a echar de menos.

No sé si es por mí o es por ti. Tal vez sea por los dos. Por tu actitud y por mis fantasmas. Por tu maldita manía de que siempre se hagan las cosas a tu manera y por mis cicatrices, que se han convertido en mis límites infranqueables, en mis "hasta aquí".

Debí creerte cuando me dijiste que no estabas preparado para que en tu vida entrara otra persona. Yo y mi estúpida manía de empeñarme en que cuando se demuestran los sentimientos, todo puede tomar una forma diferente, cambiando hasta la idea más arraigada en uno mismo. Me equivocaba. Estás demasiado pendiente de satisfacer tus deseos, que se te olvida que caminas acompañado. Y así no hay manera, así no podemos ser.


Creí en ti, en tu capacidad de adaptación. Creí en mí, en mis ganas de dar amor. Creí en nosotros, en nuestra conexión. Y hoy en nuestro lienzo ya no hay nada más que pintar. Nuestro cuadro ya no luce, ya no cuelga de nuestra pared. Hoy dejo espacio para que las decepciones se vayan lo más rápido posible, para que tú huyas sin remordimiento alguno de esta historia de dos que nunca debiste dar permiso para empezar. Hoy pongo yo el punto y final. Hoy soy yo la que se quiere por encima de ti. Hoy se hacen las cosas a mi manera, para mí.

Te acordarás de mí cada vez que te vuelvan a hacer sufrir. Quererse bien es lo más complejo de quererse, tú lo sabes mejor que nadie. Algún día te darás cuenta de que separaste la piel del hueso y eso no siempre vale. Algún día me vas a echar de menos.

lunes, 9 de octubre de 2017

# Conducir la piel.

Es increíble cómo todo viene y va, al igual que la espuma en la orilla del mar. Has vuelto, después de desaparecer sin previo aviso. Después de dejarme en el arcén de una carretera sin salida, con los intermitentes de emergencia parpadeando y haciendo ruido, mucho ruido. Así ha sido nuestra historia, intermitente. Y ahora regresas queriendo continuar. Y ahora me dices que vas a luchar por todo lo que hemos vivido, por todo lo bueno que he traído a tu vida. Cómo creerte si esto mismo me lo dijiste ya una vez, si me prometiste quererlo todo conmigo ya una vez. Aquella en la que me echaste de ti. Como quien se niega a seguir mirando las estrellas, como quien se va buscando nuevos proyectos. Y ahora me dices que aún me amas. Y ahora me pides que volvamos a intentarlo...
No mentía cuando decía que contigo siempre habría un huequito para el amor. Lo que no sabía era la forma que eso tomaría. Y es que cuando se ha dañado el corazón, cuando las ilusiones se han machacado, resulta complicado resurgir de las cenizas. Y más aún cuando alguien, sin pretenderlo, me ha mecido desde entonces entre sus brazos hasta traer de vuelta esa calma que tú me arrebataste.


Rueda cuesta abajo el corazón y no sé cuándo ni dónde he de frenarlo. Tus ganas me reclaman. En algún punto se encuentran con las mías, viejas conocidas que saben bien cómo tratarse. Las dudas y los miedos se hacen a un lado cuando tu mirada se clava en mis ojos, cuando tus caricias me abrazan. Y me pierdo de nuevo. En ti, en nosotros, en toda nuestra historia. Y me llenas el móvil de palabras bonitas, de perdones y peticiones. Y quieres que te permita demostrarme con hechos todo eso que dices. Y yo me desoriento de nuevo. Desconozco si voy en dirección prohíbida, nadie me mostró cómo conducir la piel.