domingo, 15 de julio de 2012

# ¿Porque soy mujer?

Parece ser que el ser mujer está ligado a ser soñadora.
A las mujeres nos gusta pensar que llegaremos a lo más alto en nuestro trabajo, que viviremos en un apartamento a primera línea de playa, que encontraremos al hombre perfecto; ese príncipe azul de los cuentos de Disney con el que viviremos un amor de película, con el que compartiremos besos apasionados, noche a la luz de la luna y las estrellas, momentos importantes.

Nos gusta imaginarnos con él en ese apartamento de la playa día sí y día también; creer que él será el amor de nuestra vida, el único que dure por siempre y para siempre, el padre de nuestros hijos, el que consiga sacarnos una sonrisa cuando todo vaya mal, con el que despertarnos cada mañana...

Está claro que a las mujeres nos gusta soñar. Somos así, viene de fábrica. Nos gusta ilusionarnos, convencernos a nosotras mismas de que no hay nada imposible, sino improbable. Porque lo improbable es, por definición, probable. Y mientras haya una posibilidad entre mil millones de posibilidades de que  algo ocurra, merece la pena ilusionarse, merece la pena soñar. Es verdad que los sueños sueños son y sueños se quedarán pero de ilusiones se vive, ¿no es así?


Por eso, porque soy mujer y porque todavía conservo la inocencia de esa niña que algún día fui, la que en ocasiones sigo siendo, dejo que la esperanza de encontrar esa persona con quien compartir mis alegrías, mis tristezas, mis logros, mis fracasos, mis sonrisas, mis lágrimas... mi vida, se cuele entre las grietas de mi desesperación para darle algo de magia a la rutina en la que estoy convirtiendo mis días.
Sueño día si y día también con poder sonreír tan intensamente como lo hacen las enamoradas. Sueño con caminar por las calles de la mano de un hombre, al igual que las enamoradas. Sueño con besar como si fuese la última vez que rozo unos labios. Sueño con pasear por la playa a la orilla del mar abrazada a él y aprovechar cada ola para confesarnos nuestros sentimientos. Sueño con querer y ser querida sin importar nada más, tal y como les pasa a las enamoradas. Sueño con el amor.
¿Será porque soy una ilusa o simplemente porque soy mujer?

(Escrito en Galicia en 2011)

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