Así que sólo espero que, de vez en cuando, tú también te pares a pensar en aquella dulce chica que apostó todo por aquellos dos desconocidos que tras tenderse una emboscada en terreno desconocido y sacar bandera blanca, optaron por formar con sus ejércitos, uno sólo. Aunque la vida decidiera después, que eran de estrategias distintas y por eso nunca debieron entrar en guerra; de mundos diferentes, paralelos, que tal vez no debieron cruzarse nunca. Pero la vida es así de traviesa, así de guerrera. Por eso espero que en tu reino todo vaya bien, que en tu mundo todo funcione, porque en el mío no ha habido tanta suerte. En mis tierras las plantas ya no florecen, mi mundo ha dejado de girar. Será que no encuentra el Sol y que no hay, por lo tanto, luz que caliente. ¿Será que el Sol ha dejado de brillar? Será que tú te fuiste y ya no volverás, que tu sonrisa se apagó.

sábado, 23 de febrero de 2013
# Tu sonrisa se apagó.
Los días en que mi corazón se olvida de mantener en pie la muralla que lo protege de lo que pudo ser y no fue, los días en los que los soldados que custodian la torre de mi tranquilidad deciden tomarse el día libre para manifestarse en una concentración contra los recortes, el paro, la corrupción... que envuelve al país, me quedo al descubierto. Desnuda ante el mundo de los sentimientos y perseguida por los fantasmas del pasado, viejos amigos que siempre están a pie de cañón por si encuentran una presa fácil. Me muestro frágil. Mi alma, como el zapatito que Cenicienta perdió a medianoche, se vuelve de cristal cada vez que siento que te echo de menos. Se rompe en pedacitos que convertidos en espejo, reflejan la frialdad en la que viven mis labios desde que decidimos tomar caminos distintos. Porque lo importante no es cuánto dura el sentimiento, sino la intensidad con la que se vive. Y créeme, lo que compartimos me ha dejado marca. Como las huellas de mis pies cuando camino por la arena, como las palabras que el eco susurra cuando ya reina el silencio. Y no puedo olvidarte. Porque, si lo hago, estaré olvidándome de una parte de mi vida. Porque hubo un tiempo en el que tú, fuiste mi vida. Y, si volvemos a encontrarnos, entonces, no me molestaré en levantar una vez más la muralla que sólo deja paso al olvido, que me protege de los enemigos que intentan invadir mis territorios, porque tu sonrisa es mejor soldado que mi cordura y no estoy dispuesta a perder más hombres luchando una batalla que no tiene sentido.
# No te culpes por ello.
Mi ritmo de vida parece distinto. Me agobian los sitios llenos de gente, ese ruido de copas en un garito abarrotado o la sonrisa exagerada de un niño que desafía a su madre desde lo alto de un tobogán.
Me asustan las responsabilidades pero me ofendo si creen que no puedo con ellas. No soporto la hipocresía del mundo en el que vivimos ni tampoco la superficialidad de su gente.
Vivo con miedo de que llegue un momento en el que no recuerde cómo sonreír y me tiemblan las piernas cuando me doy cuenta de que poco a poco voy perdiendo la fe en el amor; ese que me hicieron creer que era el rey de los reyes, ese que la gente finge a cuenta de no sé qué, ese que a quien envuelve le hace ver la vida de otra forma pero, que, si se va, te lleva con él; si desaparece, desapareces con él. Y es que... ¿qué nos queda si no queda amor? En un mundo en el que nos mueve el dinero, la envidia, el poder y la avaricia, si no tienes amor date por perdido.
De ahí que mi ritmo de vida sea distinto. Estoy perdida, y, de momento, no parece que divise tierra. Tengo la isla del cariño pero... ¿acaso eso es suficiente? Aprendimos a ser inconformistas y nadie nos enseñó a desaprender. Queremos todo y no nos sirve con sólo un algo. ¿Algo es algo y menos es nada? ¡Venga ya! No me hagas reír. Tú, al igual que yo, le tienes pánico a vivir sin escuchar cómo suena un "te amo" sincero. El "Te Quiero"lo has oído muchas veces. Tus padres, tus amigos...
En los tiempos que corren los sentimientos han triplicado su valor en oro, y, aunque digan lo contrario, todos buscamos un "PARA SIEMPRE". No te empeñes en fingir, somos así de primitivos. Nos hicieron así, no te culpes por ello.
Me asustan las responsabilidades pero me ofendo si creen que no puedo con ellas. No soporto la hipocresía del mundo en el que vivimos ni tampoco la superficialidad de su gente.
Vivo con miedo de que llegue un momento en el que no recuerde cómo sonreír y me tiemblan las piernas cuando me doy cuenta de que poco a poco voy perdiendo la fe en el amor; ese que me hicieron creer que era el rey de los reyes, ese que la gente finge a cuenta de no sé qué, ese que a quien envuelve le hace ver la vida de otra forma pero, que, si se va, te lleva con él; si desaparece, desapareces con él. Y es que... ¿qué nos queda si no queda amor? En un mundo en el que nos mueve el dinero, la envidia, el poder y la avaricia, si no tienes amor date por perdido.
De ahí que mi ritmo de vida sea distinto. Estoy perdida, y, de momento, no parece que divise tierra. Tengo la isla del cariño pero... ¿acaso eso es suficiente? Aprendimos a ser inconformistas y nadie nos enseñó a desaprender. Queremos todo y no nos sirve con sólo un algo. ¿Algo es algo y menos es nada? ¡Venga ya! No me hagas reír. Tú, al igual que yo, le tienes pánico a vivir sin escuchar cómo suena un "te amo" sincero. El "Te Quiero"lo has oído muchas veces. Tus padres, tus amigos...
En los tiempos que corren los sentimientos han triplicado su valor en oro, y, aunque digan lo contrario, todos buscamos un "PARA SIEMPRE". No te empeñes en fingir, somos así de primitivos. Nos hicieron así, no te culpes por ello.
# ¡Te Quiero! .♥.
Hay días que te levantas compartiendo cama con la añoranza. Hoy es uno de ellos. Echo de menos a una personilla que se fue de mi vida sin darme tan siquiera tiempo a despedirme. A veces pienso que no le demostré lo suficiente lo mucho que la amaba. Lo siento si así fue, porque siempre te he admirado y siempre te admiraré. Envidio esa capacidad que tienes de mostrar una sonrisa aunque sólo tengas ganas de llorar, esa fuerza interior que te hace seguir adelante hasta en situaciones imposibles, esa capacidad de disfrutar y hacer disfrutar a los tuyos, esa vitalidad que nada ni nadie ha conseguido arrebatarte nunca. Hablo en presente porque hubo alguien que dijo: "una persona sólo se va cuando dejas de recordarla". Por eso nunca dejaré que te vayas, que ya lo hiciste una vez y no pienso volver a permitirlo. Me has dejado vacío un cachito dentro de mí, pero me has enseñado, a la misma vez, que hay que demostrar lo que sentimos cada vez que haya oportunidad, antes de que sea demasiado tarde.
Ya sabes que te tengo atrapada entre las estrellas del techo de mi habitación porque tú me has hecho brillar tantas veces... Sólo quiero pedirte que nunca jamás dejes de cuidarme y de guiarme desde ese cielo que cubre mis sueños, mis malos momentos y también mis mayores alegrías. Si te siento conmigo siento que me prestas esa capacidad de ser fuerte, de superarme a mí misma una y otra vez, y, todo resulta más sencillo. TE ECHO DE MENOS, ABUELA. ¡TE QUIERO! .♥.
Ya sabes que te tengo atrapada entre las estrellas del techo de mi habitación porque tú me has hecho brillar tantas veces... Sólo quiero pedirte que nunca jamás dejes de cuidarme y de guiarme desde ese cielo que cubre mis sueños, mis malos momentos y también mis mayores alegrías. Si te siento conmigo siento que me prestas esa capacidad de ser fuerte, de superarme a mí misma una y otra vez, y, todo resulta más sencillo. TE ECHO DE MENOS, ABUELA. ¡TE QUIERO! .♥.
# Imprescindible para ti.
El tiempo pasa, las personas van y vienen pero siempre hay alguien que aunque se vaya, permanece dentro de ti. Porque cada persona tiene una característica que la diferencia del resto, que la hace especial. Y eso es lo que nos deja huella, eso es lo que hace que no podamos olvidarlas. Podrás dejar de verlas, de hablarlas... pero, mucho que lo intentes, jamás podrás dejar de recordarlas. Y, entonces, sumergida en el recuerdo, añorarás. Extrañarás su forma de caminar, su risa, su voz, su olor... incluso la forma en la que te hacían rabiar. Es ley de vida. Por eso, disfruta de los que hoy están, disfruta de los momentos que te regalen, porque hoy están aquí contigo, pero mañana tal vez ya se hayan ido. Y te arrepentirás de no haberlo hecho cuando tuviste oportunidad. Tendrás la necesidad de abrazarles, de decirles que son parte de tu vida, de tu historia, de preguntarles por qué se fueron, de gritarles que vuelvan para no dejarles volverse a fugar. Recuérdalo, siempre hay alguien que te marca la vida, que se vuelve imprescindible para ti.
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