miércoles, 22 de junio de 2011

# Paren el mundo que yo me bajo!

Estoy cansada de que la gente no me tome en serio, de ser la tonta del bote, la última que se entera de las cosas que pasan a su alrededor. Estoy cansada de que se rían de mí a la cara y de forma descarada, de darlo todo cada vez que alguien se va colando en mi vida poco a poco y no recivir nada, ni un triste te echo de menos. Estoy cansada de ponerme al sol y acabar pelándome como si buscase cambiar de piel para empezar de cero e intentar que las cosas cambien así. Estoy cansada de sonrojarme cada vez que alguien me gusta, de dejarme llevar por el corazón, de no saber disimular los sentimientos, de querer sin querer, de sufrir por él, de que me diga que hay otra, de sentirme pequeña en su mundo, de que no me valore, de que no me tenga en cuenta, de que crea que con decir te siento lejos se arregla todo. Estoy cansada de que todo el mundo diga que la sinceridad es el pilar de todo: de las relaciones, de la amistad, del amor... y que a la hora de la verdad todo el mundo mienta.

Estoy cansada de que la gente piense que soy un juguete que se puede guardar en una caja cuando te aburres de él, que den por supuesto cosas con sólo mirarme. Estoy cansada de que las cosas salgan mal y que parezca que siempre es culpa mía, de que me digan que de buena soy tonta. Estoy cansada de cansarme de todo; por eso, paren el mundo, que yo me bajo.

sábado, 4 de junio de 2011

# O. ♥

Son muchas las veces que me he sentido sin fuerzas para seguir adelante, muchos los momentos en los que me ha vencido el estrés, muchas las ocasiones en las que no he podido evitar llorar desconsoladamente, como una niña cuando tiene la misma pesadilla noche tras noche. A pesar de todo, de momento, siempre he logrado encontrar las energías suficientes para seguir caminando, he logrado vencer al estrés y sustituir esos mares de lágrimas por inmensidad de sonrisas. Pero no lo he conseguido sóla, ¡qué va! Sóla, nunca habría podido.

Me siento afortunada porque la vida me ha regalado gente que, hoy, no cambiaría por nada, gente que me hace falta para poder continuar mi vida, gente que si ahora mismo desapareciese completamente de mi vida me dejaría desorientada, sin saber qué hacer ni a dónde ir. Una de esas personas es ella, mi terronsito de asucar jajaja. Ella ha estado ahí cuando lo he pasado mal y me ha sabido levantar el ánimo olvidándose muchas veces de que ella también estaba triste. Me ha demostrado en estos dos años que llevo teniéndola a mi lado mucho más de lo que me han demostrado otras personas a lo largo de toda mi vida. Por eso, jamás lograré agradecerle todo lo que a hecho por mí. Ella no se hace una idea de lo mucho que significa tenerla cerca, saber que si algo me va mal con el mero hecho de buscar su número en mi agenda del móvil y llamarla, será suficiente para sentirme mejor. Porque es cierto eso que dicen de que cuando encuentras una buena amistad hay que saber conservarla, deseo saber devolverle cada gesto de cariño, cada ayuda, cada sonrisa, cada vez que me ha apoyado, cada secreto... TODO! Ya no me imagino una vida sin ella, un mundo en el que no exista su sonrisa. Le doy gracias a la vida por haberla puesto en mi cammino. Oiane, te cariño! :)

jueves, 2 de junio de 2011

# Tonta e ilusa.

Sabes que has crecido cuando te das cuenta de que desde que somos pequeños, se nos vende una imagen de la vida que no es real. Mis padres me leían cuentos de final feliz antes de dormirme, historias de amor perfectas y eternas, héroes que salvaban al mundo de desgracias o de los peligros más inimaginables, sociedades que vivián en una felicidad constante. Según vas creciendo, te vas dando cuenta de que nada de eso existe, al menos, no en mi mundo. Yo vivo en una sociedad en la que siempre ocurre alguna desgracia que la impide ser feliz, no hay héroes que lo impidan ni amores perfectos y eternos que hagan más amena esa falta de felicidad. Pero no siempre he sido consciente de ello. Hubo un tiempo en el que creía que lo peor que me podía pasar en la vida era encontrarme un monstruo horrible debajo de mi cama o en el armario, ese que revisaba cada noche, antes de quedarme dormida. Hubo un tiempo, en el que como toda niña, soñaba con un príncipe azul, el chico perfecto, el amor de mi vida. Me encantaba imaginarme bailando con él en un castillo donde se celebrase una fiesta real y donde pudiese presumir de un precioso vestido y de unos zapatos de tacón color cristal, al igual que Cenicienta. Qué bonito es todo cuando tan sólo eres una cria, ¿verdad?

Por suerte o por desgracia, la vida es un ciclo en el que estás obligado a crecer, a madurar, a dejar de lado las tonterías para poder hacerle frente a la verdadera realidad, aunque cueste. Yo he ido viviendo día a día la vida que me he ido construyendo, poquito a poco, pasito a paso. He reído y he sido feliz, pero también he llorado y he sufrido. Y hay días en los que parece que los momentos tristes tienen más peso que los buenos momentos, y hoy, parece ser uno de esos días.

Hoy, me han venido a la mente todas esas veces en las que me ilusioné y acabé llorando, todas esas en las que parecía que las cosas iban a salir bien, por fin, pero que al final... Te das cuenta de que jamás serás completamente feliz si no encuentras alguien con quien compartir tu vida, empiezas  a ver que eres más dependiente de lo que creías y te arrepientes de ser tan estúpida, pero ya es tarde, ya eres demasiado dependiente de ese maldito sentimiento. Cada vez que tuviste la oportunidad de intentar amar, arriesgaste y lo peor no es eso, lo peor es que siempre perdiste. Cuánta razón tíene aquel que dijo que el ser humano es tan tonto que tropieza dos veces con la misma piedra. Es triste darse cuenta de que la mayoría de tus llantos fueron provocados por el mismo motivo, por culpa de ese maldito sentimiento que no quieres ni nombrar, que no quieres volver a recordar. Por eso acabaste odiando esa historias de amor perfectas y eternas, los besos, las caricias... Acabas odiándote a tí misma, y todo, porque jamás dejaste de ser aquella niña tonta e ilusa.

miércoles, 1 de junio de 2011

# Sensaciones

A veces sientes que la vida se te escapa. Van pasando los días y te das cuenta de que estás sumida en la rutina, día sí y día también. Te levantas temprano para ir a trabajar o simplemente para ocupar el pupitre que tienes asignado en la clase X del centro Y. Te pasas el día haciendo cosas, incluso después de terminar tu jornada laboral. No tienes tiempo ni para disfrutar de las pequeñas cosas, esas que hacen que la vida sea grande. Hablo de esos cinco minutos que dedicas a conversar con la vecina del tecero cada mañana, de los quince minutos de camino que tienes de casa al trabajo en los que te gusta disfrutar de los primeros rayos de sol o de las primeras gotas de lluvia, del aire fresco, de ese ir y venir agetreado del gentío que llena las calles y que tanto te agovia, del chico atractivo que se ha sentado enfrente de tí en el metro y que no puedes dejar de mirar... Sientes que las horas pasan, que el tiempo vuela y que tú, sigues viendo la vida pasar sin hacer nada.

Odias la rutina pero te niegas a salir de ella, odias tu mal carácter pero te niegas a cambiar, odias esa sensación de soledad pero te negaste a vivir con aquel chico, odias tu miedo al amor pero te niegas a dejar de temer ese sentimiento. ¿Entonces de qué te quejas? La vida es un proyecto que depende de cada persona, un arte entendido de diferente manera por distintos creadores. A fin de cuentas, la vida no es más que el reflejo de uno mismo. Así que si no te gusta tu obra, no te quedes ahí parada, de brazos cruzados. Cambia de brocha, compra colores nuevos y arriésgate a crear otra.

Cambia tu vida para pintar una que te guste, una de la que te sientas orgullosa y de la que disfrutes día sí y día también. Y si en algún momento no encuentras alguno de los colores que deseabas, recuerda que puedes buscarlo en tu familia, en tus amigos, en el chico que te gusta, en el recuerdo de esa gente que ya no está... Simplemente niégate a pintar tu vida de color gris. Ten en cuenta que la vida es más bonita si uno mismo deja de ser negativo. ツ